Se necesitaron tantos años de estudios junto a investigadores de diversas partes del mundo y una inmensa búsqueda para obtener los fondos para iniciar las obras de la primera y única fábrica destinada a producir un súper alimento para combatir el hambre en el mundo.
Nació de una idea de Marco Roberto, quien inmediatamente después de la fundación de la Asociación «San Miguel Arcángel» pensó en cuántos niños, además de los que ya acogió en la misión, todavía podían sentir hambre o frío. Él mismo nos dice:
«Reflexioné que si no podía traer el mundo a nuestra misión, podría producir algo dentro de la misión para traerlo al mundo«.
Así nació la idea de producir algo pequeño, pero que con unos gramos podría alimentar a un niño desnutrido.
La fábrica, cuya maquinaria se construye en gran parte dentro de la misión, está dividida en 4 sectores y tiene capacidad para producir 50.000 barras por día.
El primer sector es donde se procesan las frutas, verduras y legumbres donadas por los agricultores locales, que al tener pequeños defectos no se pueden vender a los supermercados.
En el segundo sector trabajaremos coproductos de la industria cervecera, en particular las Trebbie que se utilizan en la primera fermentación.
En el tercer sector procesamos proteínas más nobles como la soja, el maní y las proteínas de suero.
Mientras que en el último sector fabricamos la Barrita lista para ser enviada al almacén para su envío.
La comida es el único recurso en el mundo del que no podemos vender sus propiedades, por su propia naturaleza debe dividirse y compartirse siempre.
Recordando que al final lo que importa en la vida es el bien que le hacemos a cualquier persona en cualquier momento y en cualquier parte del mundo.